NaNoWriMo: Esto no es dramático

Vuelvo a intentarlo con mi segunda novela.

Este blog, aunque no lo parezca, surgió como intento de novela. Conserva el título y durante un tiempo sirvió para ir subiendo los capítulos, pero un periodo brutal de desidia (me niego a llamarlo bloqueo) me hizo dejarla en un cajón y dedicarlo a escribir lo que se me pasaba por la cabeza.

Homo Homini Lupus sigue en ese cajón. Creo que es una idea potente, que puede convertirse en algo grande, y por eso he ido dejándolo pasar, asustado de no estar a la altura. Tarde o temprano (espero que temprano) habrá que hacer algo con ella y dejarse de idioteces, pero hasta entonces, vayamos a otro lugar.

Quiero aprovechar mi cambio de trabajo, que me deja mucha más libertad y el NaNoWriMo para lanzarme a la aventura, al caos de parir una novela en un mes y sólo escribir, sin revisar ni enfrentarme a la necesidad de crear algo perfecto: sólo algo acabado. Saco del mismo cajón otra idea de novela (las treinta primeras páginas las tengo, y las voy a descartar para empezar de cero), Esto no es dramático.

Quien haya leído mi primer libro (En el país de los acantilados) seguramente se habrá encontrado con una obra a mitad, con los vicios del niño de 22 años que la escribió. Mi intención es, con casi 30, volver con fuerza a la escritura y darle todo lo que no podía cuando era tan pequeño: mucho más oficio, menos escribir por rachas y una dosis de vida real.

Sigue habiendo un poso autorreferencial, que no autobiográfico. Esto no es dramático continúa con la temática de alienación, de pérdida de la inocencia y de ese vagar sin rumbo que tenemos los jóvenes adultos. Pero quiere pintar mucho más sobre el lienzo de la primera: cuestionar qué es la identidad, qué es moral e inmoral y qué formas de egoísmo existen.

Es también una forma de hacer las paces con la huida hacia adelante que tan bien conozco, un homenaje al Londres que tan bien me acogió y la historia de dos imbéciles que se creen demasiado listos.

Todo eso, por fin, sin perfeccionismos ni autoexigencia. Quizá salga algo bueno y pueda luego ser pulido, pero al menos saldrá algo finalizado.