Javier Alemán

Análisis de Datos I y II: El imperio del terror

In Personal, Psicología on abril 3, 2013 at 12:59 pm

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Hay quien se queja de que la psicología no es científica. Y quien se queja de que la psicología es demasiado científica. Incluso hay quien se queja de que tiende a patologizar. Como dirían en el PP: «¡Vete a Cuba!».

Recuerdo que cuando empecé la carrera de Psicología (plan de 2002) en la Universidad de La Laguna, había mucha gente en las aulas. Es normal, es una de ésas carreras donde se mete tanto gente interesada como gente que no sabe qué estudiar y prueba ahí porque suena guay. Lo gracioso es que la percepción que se tiene de la psicología, en general, es muy errónea frente a lo que verdaderamente es. La gente se hace pajas mentales con la hipnosis, con el lenguaje no-verbal y el psicoanálisis, y llega y encuentra matemáticas y cosas raras. ¡HECATOMBE! ¡Me voy a estudiar Flores de Bach, me hago coach!

Así se vacía el aula tras el primer cuatrimestre. Y es que nada más entrar, el primer año, ya tienes ante ti dos «cocos» como Diseños de Investigación (cuatrimestral) y Análisis de Datos I (anual). Porque la psicología, como ciencia seria que es, no se puede basar en lo que dijo un señor, ni en que un gurú ha vendido muchos libros diciéndote que desees fuerte las cosas. Son dos de las asignaturas más odiadas de la carrera, y especialmente Datos I (y su hermana, Datos II, de segundo) suelen acabar siendo arrastradas hasta último año y aprobadas con la ayuda de clases particulares (hay todo un negocio con esto, hasta de academias). Y sin embargo, junto con Psicometría (medir las auras que deja la gente en los objetos), probablemente sean las más necesarias al terminar la carrera. Porque es evidente que vas a seguir formándote y leyendo, pero debes ser capaz de discriminar si un diseño de investigación está bien hecho o de si sus conclusiones tienen sentido o son más un deseo del que lo ha hecho. Incluso hay que ser capaz de ver las trampas y los diseños odiosos que se hacen para confirmar una hipótesis (lo suyo debería ser intentar falsarla).

El problema es que el mal estudiante de psicología (ése que se enamora luego de terapias extrañas, que te lee versos de la Torá en consulta o se flipa con todo lo que sea «alternativo») desprecia rápidamente las asignaturas que te quieren dar un método para que no te estafen. Las justificaciones son variadas, pero una de las mejores es «¡Cómo se va a convertir la experiencia humana en numeritos!», digna de la mejor guardería. La realidad es que la investigación científica no convierte nada en numeritos, pero para eso tienes que entender lo que es una correlación, un constructo, la validez y fiabilidad de una teoría…

Entiendo que es más fácil ponerse a bailar desnudo en el bosque o dejarse cautivar por la labia de algún Iluminado. Lo malo es que un psicólogo (sea del ámbito que sea) trata continuamente con personas, y su responsabilidad es máxima. ¿Realmente vale el dogma de lo que dijo Fulanito o que mi ego sea tan grande como para no molestarme en validar mis creencias? Hablamos de vidas humanas. Una persona con una depresión mayor, por ejemplo, tiene un 25% de posibilidades de suicidarse en su fase más dramática. ¿Le hacemos una magnetoterapia o buceamos entre la literatura para encontrar qué terapia es la más eficaz? ¿Y al buscar la mejor terapia, nos la creemos o vamos a las investigaciones? ¿Y cuando lleguemos…verificamos que sean buenas, o nos leemos sólo las conclusiones?

Pues para eso hace falta conocer el análisis de datos, no aprobarlo y olvidarse. Porque no es raro encontrarse con psicólogos que, a día de hoy, siguen sin entender lo que es una correlación. Y esto que digo se aplica a todos los ámbitos, no sólo a la clínica. Precisamente, si la psicología huye de la patologización y adopta una visión dimensional de las cosas, hay que empezar a alejarse del pensamiento canchanchán del causa-efecto, recuperar a Hume y su problema del conocimiento, y de ahí en adelante.

  1. […] conocimiento de metodología y estadística es un ejemplo de lo que quiero decir. Es el área más odiada de la carrera. Quienes estudian psicología con la intención de convertirse en jefes de recursos […]

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